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Paisajes y costumbres. Acuarelas de Juan Antonio Santana Jiménez

Paisajes y costumbres. Acuarelas de Juan Antonio Santana Jiménez

TEXTO DE LA PRESENTACIÓN:
Vamos a proceder a la apertura de la exposición de acuarelas de Juan Antonio Santana Jiménez, en el marco de las XV Jornadas Educativas de Cultura Popular, exposición que lleva por título Paisajes y Costumbres y que estará abierta en esta Sala desde hoy 25 de noviembre hasta el próximo 10 de diciembre en horas de las 6 a las 9 de la noche, de lunes a sábado, y de 11.30 a 14 horas los domingos y festivos.

Comenzamos diciéndoles que Juan Antonio lleva un tiempo relativamente corto en este mundo de la creación artística, poco más de tres años, aunque quien lo conoce sabe que esta fue siempre su inquietud. Por nuestra parte, hace muchos años que apreciamos su inquietud por el arte, tantos ya, que se pierden en la memoria.

Recuerdo que a mediados de los años setenta, cuando juntos preparamos uno de los Concursos Culturales de la Fiesta lo veía desenvuelto y creativo en los decorados y en el diseño de las láminas, siendo muy joven.

Estuvo mucho tiempo dedicado a la función pública, como concejal de cultura. En ese tiempo lo vi siempre preocupado por que los programas de las fiestas patronales tuvieran una capa gruesa de barniz artístico. Por agosto llegaba por mi casa rebuscando fotografías artísticas y hasta alguna pintura de acuarela me llegó a encargar para un programa de Fiesta de mediados de los noventa.

Después de muchos años en la política le ha tocado un descanso pero no ha descansado, porque se ha puesto a hacer lo que siempre quiso, con el permiso de Pilar. Ha sido muy constante. Puntual en las clases.

 

Les cuento que el año pasado me lo encontré un jueves por la tarde por esa carretera en un tiempo de lluvia cuando, apurado, iba para Las Palmas a ultimar su primera exposición individual. Al cruzarme con él por los Andenes del Risco, calculé adónde iba en aquella tarde de cielo plomizo, de agua y piedras en la carretera. Y pensé cómo todos perdemos la cabeza por algo o por alguien: por un proyecto, por una idea, por un amor, sea posible o imposible. Y posible sí ha sido ese amor por la pintura de Juan Antonio. No ha tenido otra cosa en la cabeza y en el corazón, con el perdón de Pilar, que ese continuado aprendizaje en la difícil técnica de la acuarela, en la Academia Salazar de Las Palmas de Gran Canaria, que ha dado varios frutos en exposiciones colectivas en el Club Náutico en 2004, 2005 y 2006, en diversos puntos Las Arenas, 2005, Museo de Historia de Agüimes, más las dos individuales que ya evidencian madurez y gran trabajo; una fue aquí en este salón de exposiciones en 2005 y la de hoy que presentamos. Y es, pues, un honor para mí presentar esta nueva exposición de Juan Antonio, que complementa algunos de los contenidos de estas Jornadas relativos a los oficios y actividades artesanales del ayer.

 

 

 

En esta exposición de veintinueve acuarelas, el autor pretende ofrecer una visión artística y didáctica del complejo mundo de la sociedad tradicional, con el deseo de que se experimenten no sólo las sensaciones agradables que el arte genera en el sentimiento, sino también la información del contenido: artilugios, ingenierías, faenas, oficios del ayer que el tiempo está difuminando en el olvido, quizás algunos ya en el sueño de los justos.

Verán cuando entren en el salón que cada acuarela lleva una pequeña información didáctica del contenido en el marco de los oficios y las arquitecturas, ingenierías y paisajes de la sociedad tradicional.

 

 

 

 


 

Ustedes apreciarán la evolución que este artista ha ido experimentando de un año a otro. De su tesón y esfuerzo por mejorar, que nadie mejor que su joven profesor puede analizar para ustedes, y al que le paso la palabra. Antes quiero expresar las gracias a Juan Antonio por confiar en mí para esta presentación. Y felicitar tanto a él, como a su familia: a su esposa, hija, a sus padres que bebieron el sudor de los trabajos de la sociedad tradicional e incluso a sus vecinos, compañeros, porque ellos con su aliento también son partícipes de esta valiosa aportación al acervo cultural de La Aldea de San Nicolás y de Canarias en general.

 

 

 

 


 

 

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