ASÍ NO ERA YO
Así no era yo, transparente,
ni preguntaba nada.
Me bastaba mi cuerpo
y mi espíritu lo abarcaba.
Con ese encanto de hormiga
miré el rocío, gané tiempos
si miré las lomas
que subieron el aire.
Sufría los pájaros...
Y siempre esos celos que tuve
del cielo,
porque al mar lo quise
como a mí, como a ti ahora.
Abandonado de su sal
conocí a la gente y sus sabores,
anduve como los años,
perdido entre maestros,
al amparo de tanta idolatría.
Hasta me inicié en los ritos
de la seducción, busqué ambrosía.
Y ahora he de decirte
que sólo me quedan estos ojos de mí.
Obsérvame, ya no tengo bordes.
1 comentario
Karin Garcia -