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ARTEVIRGO, desde La Aldea, miradas y voces

EL CHARCO 2007


Un año más se ha cumplido el remojón de rigor en El Charco. Miles de personas fieles a la cita con el final del ciclo agrícola anual, preparando la llegada del equinoccio de otoño que traerá nuevas lluvias, nuevas cosechas y nuevas rutinas, hasta el próximo 11 de septiembre en que se completa otra vez el círculo vital aldeano.

Con un retraso poco usual, llegó la Banda de Agaete al Cruce del Puente, para llevar bailando a los inagotables fiesteros hasta El muelle. Pero mucho tardaron en llegar hasta allí, y eso acortó el baile en la explanada. Disfrutaron el tiempo que les quedó, hasta la paradita para almorzar, tomar algo y parrandear por toda la playa atestada de gentes de La Aldea y de otros lugares.

Y a las cinco, puntual, se elevó el volador que llegó a explotar arriba cuando ya El Charco se revolvía con las salpicaduras, los cestos, redes y guelderas. Carreras y viajes para zambullir con ganas o sin ellas a los remisos y remilgosos, que el que baja hasta la playa ya sabe a lo que se expone. Si no quiere mojarse, sitio donde quedarse hay de sobra por otras partes de La Aldea.

Después del relajo y la bulla llega la verdadera esencia de la fiesta: la pesca de lisas y lebranchos, que este año fue poco abundante, no sabemos si por falta de pescado o de pescadores.

Lo que sí abundó fue chovinismo y falso folclore. Cada vez da más pena ver cómo encharcan El Charco, disfrazados de típicos y típicas, algunos con gafas y pelucas, alegando no se sabe qué tradición.

Pues no. No es tradición vestirse como para salir por Tenderete. La tradición es no ir con bañadores, bikinis, ni sin camisa. Esa bobería de vestirse como “sus abuelos” ya está sobrando. Si la orden de vestirse se dio en el siglo XVIII, los que en adelante celebraron la fiesta lo hicieron vestidos, con ropa de su momento correspondiente. Ropa vieja, no antigua. Pero como en este pueblo entendemos por la bomba del tanque y como nos gusta tanto figuretiar como hacernos más auténticos que nadie, así van degradándose las tradiciones. Como si no fuera canario lo que no lleva gofio, fajín, timple o blusa bordada. Por favor. Un poco más de gusto.

Fue un día muy divertido, una fiesta perfecta a la que no le hace falta que le estén inventando nada más.

A quien le corresponda, que tome nota, si le interesa.

GALERÍA FOTOGRÁFICA

 

 



 

2 comentarios

cristina -

Yo lo que no sé es por qué ha de emplearse la bandera tricolor, mejor obviar ese tipo de connotaciones. Si peco de ignorancia, que me ilustre quien lo crea oportuno.

Arteara -

Sabes que todo lo verdadero y auténtico ya no lo es tanto. Las nuevas generaciones que se dicen llamar todo lo cambian. Yo sólo sé que a las 5h. en puntito sali al balcón, tiré un petardo y puse en mi home un cd de la banda de agaete que tengo guardado como oro en paño y me eche a bailar. Los vecinos salian al balcón y me preguntaban que si era mi cumpleaños, jajajaja. Y yo a lo mío(bandera tricolor, con sietas estrellas verdes...).Un fuerte abrazo y hasta otro año más.