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ARTEVIRGO, desde La Aldea, miradas y voces

Cuando una estrella se cruza en tu camino

Cuando una estrella se cruza en tu camino

Cuando una estrella se cruza en tu camino, mírala detenidamente, obsérvala en profundidad. Te está hablando al espíritu. Se produce un diálogo telépatico que te estremece, te subyuga, te hace pensar en geniales utopías amorosas con esa estrella.
Cuando esa estrella te sigue mirando insistentemente, cuando te provoca sentimientos encontrados de amor profundo, al mismo tiempo que observas que se encuentra muy lejos, inalcanzable a tus reales posibilidades, te preguntas ¿qué puedo hacer?
Cuando te percatas de que esa estrella te toma de la mano suavemente, te susurra palabras bellas al oído sensible al amor, te besa rozando sus cálidos labios en tu mejilla, que al momento enrojece de emoción, satisfacción y regocijo, en ese momento eres consciente de que esa estrella te está pidiendo que la acompañes por los inmensos espacios siderales.
Cuando esa estrella más brillante que los mayores resplandores naturales, te hace bajar al mundo real, observas que el amor con esa admirable estrella es factible.
¿Qué tendré que hacer yo, mortal terrestre, para merecer el amor de una estrella tan preciosa? ¿Será un sueño? ¿Será una utopía?
Miré hacia mi interior y fui examinándome y me sentí capaz de enamorar a tan gran estrella. Al fin me decidí a tomar la mano tendida y caminar juntos por el Camino del Amor.
Ya hemos recorrido intrincados caminos, hemos cruzado caudalosos ríos, montañas escarpadas e inaccesibles, inmensos y plácidos lagos, enormes desiertos... Y, al fin, llegamos a la meta deseada. A tener una perspectiva real de amor, de paz y de felicidad.
Cuando te mire una estrella, habla con ella, quizás te está tendiendo la mano para tomar impulso hacia el amor. El amor definitivo. Aquél que siempre hemos esperado.
Con el tiempo esa maravillosa estrella se convertirá en una linda y hermosa Princesa que te ha cautivado, fascinado e ilusionado.
Esa Princesa te acompañará siempre de la mano hasta el fin de los días, con un tequiero en los labios y un inmenso amor en el corazón.

6 comentarios

Juan Antonio -

Marisa, lindas palabras que me llenan el corazón.
La brisa fresca de la mañana me trae siempre el cariño y el calor de mi familia y de la hermosa tierra canaria; por lo tanto, nunca me encontraré lejos de ustedes.

Mª Luisa Quintana Hdez -

Gracias hermanito por asomarte a esta ventanita de internet. Yo cuando veo el mar siempre me consuelo pensando que tú estás al otro lado del océano y cuando veo la estrella que mas brilla en el firmamento, pienso que eres tú.

Juan Antonio -

Marcial, es un honor el que me hayas permitido participar en tu espacio, así podremos compartir sentimientos, emociones, recuerdos del terruño que nos vio nacer.
Un abrazo

Juan Antonio -

Enrique, me satisface que tú también tengas tu estrella. Todos tenemos una estrella que nos conduce por el camino de la felicidad. Y el que aún no la tiene, en algún lugar le está esperando. Sólo hay que buscarla con los ojos del corazón.
Saludos

Enrique García Valencia -

Estaba mirando una estrella cuando vi que me tendía una mano, hablé con ella mientras me columpiaba en la dirección de la Dicha, justo en la plena conjunción astral que tiene que darse para poder acariciarla un momento siquiera. Fui dichoso mientras duró su influencia magnética, soy dichoso en cada nuevo intento... seré dichoso mañana: es mi estrella.

Marcial González -

Bienvenido, Juan Antonio, a este rincón de palabras e imágenes.
Gracias por contar con nosotros para expresarte y regalarnos tu tiempo y tu sentir.