Una elegía, mil porques y ningún porqué (el íntimo soliloquio de mi pena)
(...) brilló la esperanza,
la esperanza que alumbra el camino de mi soledad.
Agustín Lara, Solamente una vez
Una elegía, mil porques y ningún porqué
(el íntimo soliloquio de mi pena)
Porque aun llevando mi bagaje repleto de animosos recuerdos revividos,
al asomarme íngrimo y distante al lento paso de los meses
que escoltan la monotonía de mi actual existencia,
siento cómo me tienta sutilmente la autocompasiva Soledad
con su obscuro, abrigado y consolador abismo,
queriendo trocar, por la fría nada de tu dolorosa partida,
el todo de la imagen amorosa de tu perenne faz sonriente,
aquélla que tan diáfana lucía sobre mi entonces bienhadado destino.
Porque, a pesar de que me enseñaste con ahínco
a cambiar los enormes problemas y las amarguras diarias
por asequibles esbozos de alegría salpicados de dicha,
ahora, huérfano de tu hogareño e inacabable afecto cotidiano,
no atino a poner en práctica lo que diseñamos en cuarenta años
de días estibados con horas plenas de complicidad y mimo,
ni acierto a entresacar de las experiencias pasadas
la solución balsámica que alivie mi pesaroso vivir,
más cercano a un cruel y profundo erebo diabólico
que a esta entumida melancolía en la que mi vida deslío.
Porque al arraigar en mí tu fértil pensamiento humanístico
acabó formando parte esencial de mi ávido e incompleto ser,
prefiero sufrir recordándote eternamente
con este tonto afligido corazón mío,
antes que borrarte para siempre de él
y sonreír alegre e insulsamente colgado
desde un estúpido, liberador y cobarde olvido.
Porque sé del gran valor que tu querido legado vital
depositó en mi persona con rotunda impronta e indeleble vestigio,
como un preciado tesoro que se vigila sin desmayo,
y hasta el último minuto terrenal de mi porfiada memoria,
orgulloso de ti guardaré férrea y celosamente conmigo:
tu caleidoscópico reflejo en las cosas, tu actitud optimista,
tu matriarcal visión de la familia, tu tempo, tu crono y tu ritmo,
tus positivas claves de futuro, tu gentil crianza enriquecedora,
tu endógena devoción por mí, tu inusitado y genuino amor radiante,
tu eterno e inconmensurable cariño.
(...)
Enrique García Valencia / 2010
38 comentarios
Enrique García Valencia -
mary Luz -
Me emocionaban las letras que salían de tu corazón. Casi llegué a sentir tu dolor y
tu resignación . No tedré jamás palabras para el consuelo, pero si, en silencio, te
puedo acompañar. Besos
Mary Luz -
Me emocionaban las letras que salían de tu corazón. Casi llegué a sentir tu dolor y
tu resignación . No tedré jamás palabras para el consuelo, pero si, en silencio, te
puedo acompañar. Besos
Enrique -
Gracias MIL por soportar parte de mi pena aliviando la mía. Gracias.
Pepe Valencia. -
Enrique el de Demetria la de coma Pepa Briginia -
Memorias tantas para ti y los tuyos desde esta alma aldeana agradecida. Un abrazo GRANDE desde la no-distancia.
Juan Antonio el de Purita -
El camino de la tristeza que te lleva a la soledad
que pisotea tu vitalidad humanista
por la dolorosa partida
te hace escribir una elegía
que arranca jirones al corazón
que estremece la majestuosidad de las montañas aldeanas
que ensombrece el vivo color de los caminos que ambos recorrieron
que acalla la música celestial de los pájaros
que tantas melodías compartieron.
El amor que te dio durante toda la vida
tomándote en su regazo para acurrucarte
de la mano para darte sabios consejos
para consolarte en las penas
y alegrarse con tus éxitos y alegrías
seguirá haciéndolo desde Allá,
por lo tanto, no te sientas solo
ni desvalido
ni apesadumbrado
ni falto de afecto y amor.
Tu eterno y cálido amor al terruño
a las viejas historias y costumbres
a nuestro hermoso y amado valle
a las montañas, riscos y senderos
a las plantas, animales y demás hierbas
a las piedras del barranco
te llenarán de calidez, de amor, de fe
de esperanza, de ilusión, de amistad
y de enormes ganas de contarnos
con tu sabia y ágil pluma
los aconteceres de nuestro pueblo
los mágicos recuerdos de tu infancia
las leyendas y cuentos que se contaban antes de ir a la cama
las historias de brujas, fantasmas y espíritus
que nos impedían pegar ojo.
Te queda tanto en el tintero
que pasarán muchas lunas
para que puedas sentirte solo
pues todos tus familiares, amigos y conocidos
estamos contigo y te queremos
y esperamos siempre el relato que nos haga sonreír
o que nos sobrecoja
o que nos llene de preguntas
o que nos permita filosofar.
Bendita elegía, Enrique,
que te permitió desahogarte
y a nosotros expresarte todo nuestro cariño
nuestro respeto y admiración.
Un abrazo fuerte.
Juan Antonio
Godfather -
No sé si verbalizar ayuda, pero a mí me ha servido para re-comprobar todo el cariño que me rodea y me impregna.
Un beso grande, ahijada y sobrina.
Virginia Correa -
Autor García -
Los lectores son listos y lo van a entender.
La culpa es mía por ser tan críptico a la hora de reflejar esos sentimientos elegíacos. En el fondo, el motivo era el de no aquellar a la gente con cosas tan poco festivas como una elegía.
GRACIAS por tu interés, un abrazo.
Siso -
Enrique Garcia Valencia -
Hace un año hubo una muerte y su duelo. Ahora hay una elegía (más o menos afortunada en su construcción), un duelo agridulce y sosegado, una conformidad relativa y una vida que continúa; todo eso adobado con pequeñas dosis de altibajos que yo me encargo de ocultar o enmascarar (no tiene mérito).
Gracias, Paco. Un saludo.
Hermano Enrique -
La vida pasa y sigue su estela, no "debemos" quedarnos atrás, eso no le gustaría a nadie de los presentes y (creo yo) tampoco a los ausentes.
Abrazo G R A N D Í S I M O. Besos.
Hortelano Enriquecedor -
Gracias por conectar.
Aquí estaremos en abril (Dios mediante) y podremos pasar algún tiempo de parloteo. La Aldea estará verdita por toda el agua caída, ahora ya parece un belén, dentro de dos meses será como un vergel.
Un abrazo y memorias tantas.
Siso -
Hoy me he sentado a revisar asuntos pendientes, uno de ellos era leer estos versos tuyos.
No sé qué decir a composiciones intimistas, si está bien expresado el término. No entro en su estructura literaria que está perfectamente engarzada. Voy a su contenido, que deja a uno pensativo ¿tendrá alguna bajona el amigo Enrique? pero no... va para arriba y para abajo muy alegre en contraposición con su elegía.
Me gustan más las prosas alegres de otras ocasiones aunque los kilates literarios sean de más baja densidad.
En la vida dice un viejo aforismo todo es según el cristal con que se mire, aún en situaciones malas. Alguien decía que pena que está en la carcel otro le respondía prefiero estar en la carcel que enfermo como lo estoy ahora. Conclusión: saber vivir y saber cabecear el balon cuando nos venga a nosotros.
Enrique... un saludo
Paco Reyes -
Te queremos tanto Patricia como yo. Un abrazo compartido. Llama de vez en cuando por favor.
Manuel el del huerto -
Me encantó lo leído, porque los seres humanos estamos hechos de la misma pasta y las situaciones de soledad, tristeza, pena son muy semejantes entre unos y otros. Empatizamos ante hechos similares como tú bien dices arriba.
Me encantó tu definición de que estamos hechos con cachitos de pretéritos. Es muy bella y cierta.
En abril probablemente vaya con los chiquillos pa LAldea a quedarnos en Cuermeja. ¿Nos veremos?
Un abrazo de uno de tus tantos admiradores y sigue entreteniéndonos con tus escrituras.
Enrique -
Gracias por tu bonito comentario.
Aquello que sale "de corazón" es por que esa viscera tiene actitud y aptitud para obrar humanamente.
Besos, uno especial para Daniela.
Enrique -
Gracias por tu comentario y por el juego Manenriqueño, gracias tantas. Un abrazo.
Dácil -
Gracias por estar siempre ahí, sabes que nosotros estamos aquí.
Te quiero, muchos besos
AQUELLO QUE SALE DEL CORAZÓN, LLEVA EL MATIZ Y EL CALOR DE SU LUGAR DE ORIGEN.
Juani -
Ne gusta mucho lo que escribiste porqe trasmite sentimientos dolorosos pero combinados con esperanza de vivir.
Animo! Un abrazo de Juani
Enrique -
Tenemos que ser operativos y buscar las fórmulas mientras nos dolemos; no vale la queja sola, tenemos que acompañarla con acciones gratificantes (fácil de decir), sé que se puede hacer, lo sé.
Me gustó mucho tu adjetivación del principioo del comentario. Gracias por estar ahí. Besos, abrazos de los tuyos, MUCHOS.
Gloria Bertrana -
En estos días de preocupación, cansancio y premura has pellizcado mi corazón con los recuerdos, que están y seguirán vivos, de mi padre.
Creo que a él también le gustaría que yo "cambiase los enormes problemas y las amarguras diarias por asequibles esbozos de alegría".
Así lo haré.
Un beso (con achuchón)
Enrique -
Los recuerdos para algunas personas son un lastre y hablan de futuro dándole un tono peyorativo al pasado.
Estamos hechos con cachitos de pretérito (algunos de pretérito imperfecto y otros de pluscuamperfecto) y ese tiempo vivido es el que, según mi humilde parecer, nos catapulta hacia adelante con la experiencia adquirida, donde ocupan un lugar preferente los sentimientos: la llamada inteligencia emocional.
Por eso prefiero recordar con penas y alegrías antes que olvidar, y vivir sólo de cara al futuro, despreocupado y vacío de contenidos.
Besos MIL, y revisa el santoral del día cinco para que com-partas.
Tío -
Un beso GRANDE y especial.
Enrique -
Cuando escribí la elegía no caí en la cuenta que a otras personas le podría rozar muy de cerca, pero es cierto, nos identificamos por empatía con los demás y asociamos sus avatares con los nuestros, a todos nos pasan cosas parecidas o iguales.
La Aldea, hoy día de San Blas, vibra de contento con el llenado de las tres presas; la vida sigue su curso y tenemos que engancharnos a ella.
Un beso grande, memmorias tantas.
Carola -
A mi también se me escapó la historia entre la de ella, no pidió permiso y una parte de mi vida se fue con ella.
A veces tengo tardes transparentes y puedo sentir los ajetreos de la ropa y la aguja y me pongo sonrisas detrás de los párpados para poder sentir la eterna quietud de la ausencia.
Importa el tiempo, si, porque recuerdo el ir y venir de la escuela mientras la casa estaba poblada de sus manos y ahora, quedan las cosas en su sitio y parece que no encajan ni las ideas, revivo la memoria y siento que su ausencia me hostiga.
Sé que recogió en sus manos cada breve momento de mi vida y por eso estará siempre cerca de mi abrazo.
Gracias Enrique por el valor del recuerdo.
Un abrazo: Carola Valencia
Silvia Correa García -
Todos te queremos mucho.
María Luisa Quintana Hdez -
Muchos besos para todos y nunca la maña pierdas.
Enrique Valencia -
No descarto nada; pero, por ahora estoy a la espectativa y... sigo pensando que el "papel" no es el único soporte para "soportar" los escritos de este diletante empedernido.
En la próxima reunión de la basca estaré allí, si nada lo tuerce (incluso arrastraré a Saavedra) y todo sigue viento en popa.
Un abrazo, y gracias.
Enrique -
Un abrazo y mil besos para ti.
Enrique -
Me alegra que hayas entrado en Artevirgo. Un abrazo.
Memorias a tu mujer y... a las diablillas, por supuesto.
Luis Pérez Aguado -
Tu sentida elegia me ha puesto un enorme nudo en la garganta. Realmente, no veo lo que escribo pues las lágrimas me enturbian los ojos. Puede que más tarde... Por si acaso, son muchos compañeros los que notamos la falta de Enrique y Pepe Saavedra en los encuentros de la promoción 69 de magisterio. Esperemos tener más suerte la próxima vez.
Enrique, no sabes cuanto me gustaría ver publicado en" papel" tus manificos escritos.
Na, que lo tengo que dejar, me has llegado al ama
Abrazos de un amigo
Luis Pñerez Aguado
Olga -
Un beso fuerte desde mi alma que ha perdido a seres queridos y te comprende perfectamente.
Benjamín -
Nos hiciste emocionar aunque ya estaba enterado de todo el desarrollo final. Animo!
Como hace pelete estamos reuniendonos en el cyber de Alvareda. Cuando vengas a recoger el hilo de tu querido San Blas pasa por el salón mas tarde de las seis.
Recuerdos de la tribu´. Un abrazo.
Enrique -
La empatía nos pone en la piel de los demás, la amistad nos hace traspasar la epidermis y llegar a las entrañas de los seres queridos, nos acerca a sus alegrías y tristezas, nos hace compartir la existencia, nos hace -en definitiva- más completos como personas.
Sé que puedo contar contigo, gracias tantas (así de simple). No hace falta que mencione la mi correspondencia.
Un abrazo Grande, MUY GRANDE.
José Saavedra Molina -
Enrique -
Y, como el agua de la primera ilustración, continuará fluyendo la Vida sorteando los escollos y avatares que encuentre a su paso.
Y el Tiempo irá limando las aristas más cortantes de nuestros pesares, los irá haciendo más soportables y los depositará en algún remanso, al canto atrás de la porfiada memoria.
Y...