ALLÁ
Donde mi sonido te engendra,
donde ya no es bruma
y me serpea como agua
y me devuelve
hasta allá, hasta tu sal,
tan náufrago de la resaca de tu sal.
En el solar luminoso
me quedarás respirando
como late la arena,
como besa el salitre
los ojos horizonte tendidos,
como el rubor abrasa
las conchas y la espera.
Allá estarás, aunque no
te lleve mi son mordido.
Allá estabas y no quise
libarte ni en mi voz.
Y este amor de palabra
palpitante, que sacude
mis labios solos,
nunca te nombrará.
Siempre allá,
adentro,
quedarás a salvo,
libre tu verdad
del tiempo y su letal
caricia.
3 comentarios
Mª Luisa Quintana Hdez -
Marcial -
Y aunque todos los días no hay caldero chato, aquí tienes mis versos, como premio a tu impaciencia.
Enrique García Valencia -
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